Pablo Milanés falleció en la noche del lunes al martes en Madrid.
Pablo Milanés, el baladista ganador de un Grammy Latino que ayudó a fundar el movimiento de la «nueva trova» cubana y recorrió el mundo como embajador cultural de la revolución de Fidel Castro, ha fallecido en España, donde estaba en tratamiento por un cáncer de sangre. Tenía 79 años.
Uno de los cantautores cubanos más conocidos internacionalmente, grabó decenas de discos y éxitos como «Yolanda», «Yo Me Quedo» y «Amo Esta Isla» durante una carrera de más de cinco décadas.
«La cultura en Cuba está de luto por la muerte de Pablo Milanés»
Manuel Marrero Cruz.
Los representantes de Milanés emitieron un comunicado en el que afirmaban que había fallecido a primera hora del martes en Madrid.
A principios de noviembre, anunció que estaba siendo hospitalizado y canceló conciertos.
La cultura en #Cuba está de luto por el fallecimiento de Pablo Milanés, reconocido cantautor cubano, uno de los fundadores del Movimiento de la Nueva Trova.
— Manuel Marrero Cruz (@MMarreroCruz) November 22, 2022
Llegue a sus familiares y amigos nuestras más sentidas condolencias. pic.twitter.com/lbjiTISjbg
Pablo Milanés nació el 24 de febrero de 1943 en la ciudad oriental de Bayamo, en la entonces provincia de Oriente, siendo el menor de cinco hermanos nacidos de padres de clase trabajadora. Su carrera musical comenzó cantando en concursos locales de radio y televisión, que a menudo ganaba.
Su familia se trasladó a la capital y él estudió durante un tiempo en el Conservatorio de Música de La Habana durante la década de 1950, pero atribuyó su inspiración temprana a los músicos del barrio más que a la formación formal, junto con las tendencias de Estados Unidos y otros países.
A principios de los 60 formó parte de varios grupos, entre ellos el Cuarteto del Rey, y compuso su primera canción en 1963: «Tu Mi Desengaño», que hablaba de la superación de un amor perdido.
En 1970 escribió la canción de amor latinoamericana fundamental «Yolanda», que sigue siendo una de las favoritas en todas partes, desde los cafés turísticos de La Habana Vieja hasta las cantinas de Ciudad de México.
El periódico español El País preguntó a Milanés en 2003 con cuántas mujeres había coqueteado diciendo que habían inspirado la canción. «Ninguna», respondió, riendo. «Pero muchas me han dicho: ‘Mi hijo es producto de ‘Yolanda'».

Europa Press vía Getty Images
Pablo Milanés apoyó la Revolución Cubana de 1959, pero fue objeto de las autoridades durante los primeros años del gobierno de Fidel Castro, cuando todo tipo de expresión «alternativa» era muy sospechosa. Milanés fue acosado por llevar el pelo a lo afro, y fue obligado a trabajar por su interés en la música extranjera.
Sin embargo, estas experiencias no mermaron su fervor revolucionario, y comenzó a incorporar la política a sus canciones, colaborando con músicos como Silvio Rodríguez y Noel Nicola.
Los tres son considerados los fundadores de la «nueva trova» cubana, un estilo musical generalmente basado en la guitarra que se remonta a las baladas que los trovadores componían durante las guerras de independencia de la isla. Impregnada del espíritu de las canciones de protesta estadounidenses de los años 60, la nueva trova utiliza la narración musical para poner de manifiesto los problemas sociales.
Milanés y Rodríguez, en particular, se hicieron muy amigos, recorriendo los escenarios del mundo como embajadores culturales de la Revolución Cubana, y estrechando lazos durante las sesiones de borrachera.
«Si Silvio Rodríguez y yo nos reuníamos, el ron siempre estaba presente» «Siempre éramos tres, no dos».
Milanés a El País en 2003.
Pablo Milanés era amigo de Castro, crítico con la política exterior de Estados Unidos y durante un tiempo incluso fue diputado del gobierno comunista. Se consideraba leal a la revolución y hablaba de su orgullo por servir a Cuba.
«Soy un trabajador que trabaja con canciones, haciendo a mi manera lo que mejor sé hacer, como cualquier otro trabajador cubano», dijo una vez Milanés, según The New York Times. «Soy fiel a mi realidad, a mi revolución y a la forma en que he sido educado».

En 1973, Milanés grabó «Versos Sencillos», que convertía en canciones poemas del héroe independentista cubano José Martí. Otra composición se convirtió en una especie de llamamiento a la izquierda política de las Américas: «Canción para la unidad de América Latina», que ensalzaba a Castro como heredero de Martí y del héroe de la liberación sudamericana Simón Bolívar, y presentaba la Revolución Cubana como un modelo para otras naciones.
En 2006, cuando Castro dejó de ser presidente debido a una enfermedad que amenazaba su vida, Milanés se unió a otros destacados artistas e intelectuales para expresar su apoyo al gobierno. Prometió representar a Castro y a Cuba «como este momento merece: con unidad y coraje ante cualquier amenaza o provocación».
Sin embargo, no tuvo miedo de decir lo que pensaba y en ocasiones abogó públicamente por una mayor libertad en la isla.
En 2010 apoyó a un disidente en huelga de hambre que exigía la liberación de presos políticos. Los envejecidos dirigentes cubanos «están atrapados en el tiempo», dijo Milanés al diario español El Mundo.
«La historia debe avanzar con nuevas ideas y nuevos hombres»
Pablo Milanés
Al año siguiente, mientras la isla promulgaba cambios económicos que permitirían una mayor actividad de libre mercado, presionó para que el presidente Raúl Castro hiciera más. «Estas libertades se han visto en pequeñas dosis, y esperamos que con el tiempo crezcan», dijo Milanés a The Associated Press.
Milanés discrepó sin disentir, incitó sin empujar, apegándose a la notoria advertencia de Fidel Castro a la clase intelectual cubana en 1961: «Dentro de la Revolución, todo; fuera de la Revolución, nada».
«No estoy de acuerdo con muchas cosas en Cuba, y todo el mundo lo sabe»
Pablo Milanés
Siempre político, incluso cuando su tupido afro había dado paso a unos mechones más conservadores, grises y ralos, en 2006 contribuyó con la canción «Éxodo», sobre los amigos desaparecidos que han partido a otras tierras, al álbum «Somos Americans», una compilación de canciones de artistas estadounidenses y latinoamericanos sobre la inmigración.
Rodríguez y Milanés tuvieron un desencuentro en los años 80 por motivos poco claros y apenas se hablaban, aunque mantenían un respeto mutuo y Rodríguez colaboraba musicalmente con la hija de Milanés.
Milanés cantó en el álbum de los años 80 «Amo esta isla» que «soy del Caribe y nunca pude pisar tierra firme»; sin embargo, en los últimos años dividió la mayor parte de su tiempo entre España y México.
Según sus propias palabras, se sometió a más de 20 operaciones en las piernas.
Milanés ganó dos Grammy Latinos en 2006: mejor álbum de cantautor por «Como un Campo de Maíz» y mejor álbum tropical tradicional por «AM/PM, Líneas Paralelas», una colaboración con el salsero puertorriqueño Andy Montanez.
También ha recibido numerosas distinciones cubanas, como la medalla Alejo Carpentier en 1982 y el Premio Nacional de Música en 2005, y la medalla Haydee Santamaría de la Casa de las Américas en 2007 por su contribución a la cultura latinoamericana.