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La moda artesanal indígena celebra la riqueza y diversidad cultural, al mismo tiempo que brinda una solución a la contaminación por el consumo desmedido del fast fashion.
La moda: una industria que necesita cambiar urgentemente
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la moda es la segunda industria más contaminante del planeta: es considerada como una de las más contaminantes y dañinas al medio ambiente, ya que produce más emisiones de carbono que todos los vuelos y transportes marítimos internacionales juntos.
El impacto ambiental de la moda no se limita a la sobre-producción de piezas, también a como la usamos en el día a día, desde lavar las prendas hasta desecharlas, ésta última actividad siendo la que más se ha disparado en números gracias al fast fashion, cuyo modelo de negocios es fabricar prendas con materiales de mala calidad obligando al consumidor a eliminarlas aún cuando se les dieron poco uso.
Es bien sabido que cada año se tiran al mar aproximadamente medio millón de toneladas de microfibra, que equivale a tres millones de barriles de petróleo. Además, esta industria usa cerca de 93 millones de metros cúbicos de agua, un volumen suficiente para satisfacer las necesidades de 5 millones de personas.
Es por estas razones y más que es urgente modificar nuestros patrones de consumo a todos niveles como sociedad; la moda artesanal indígena y el slow fashion quizá podrían ser la solución.
La moda artesanal: sus beneficios y solución
#1: Cada vez más al alcance de los consumidores
Gracias a los esfuerzos en conjunto de los gobiernos y las comunidades, cada vez son más accesibles al público en general estas piezas de moda artesanal indígena, desde locación de puntos de venta, variedad de oferta y costos para todos los tipos de presupuestos.
Un ejemplo del punto anterior fue la exposición «Original» en noviembre de 2021, donde decenas de creadores indígenas de origen mexicano expusieron sus prendas para venta en el complejo Los Pinos dentro de la Ciudad de México: huipiles, accesorios, bolsas y más, con el fin de defender las técnicas milenarias tradicionales contra el plagio.
#2: Una tendencia creciente
De acuerdo a la predicción de tendencias, veremos un ‘boom’ de productos y moda de tipo artesanal al estilo gorpcore o craftcore (DIY o creaciones tipo ‘hazlo tú mismo’, quilting, crochet, etc.), gracias al deseo de las masas de mirar a horizontes más éticos y regresar a lo ‘original’ o natural, originado en gran parte por el confinamiento de la pandemia además del desarrollo acelerado e incosteable de las ciudades.

#3: Comodidad, versatilidad y el extremo lujo de portar prendas de tradición milenaria
El consumo de prendas de moda artesanal tradicional, no sólo ha demostrado brindar un mejor confort a la piel por la calidad de sus textiles de origen orgánico (algodón en su mayoría) ante las altas temperaturas del cambio climático, o mayor comodidad por sus diseños size-friendly que se acomodan a todo tipo de cuerpo y estilos, también apoya la erradicación de la desigualdad económica y promueve que las técnicas milenarias de los pueblos indígenas de Latinoamérica no desaparezcan puesto que, en gran parte gracias a la influencia de la cultura popular anglosajona y el fast fashion, están siendo dejadas de lado y a punto de extinguirse.
Sin duda, aunque ya existen métodos eco-conscientes como, por decir algunos ejemplos, la alquilación de prendas, la circularidad o la compostura de ropa, la moda artesanal puede presentarse como una alternativa sustentable y realmente ética ante lo que sucede actualmente en el medio de la moda, así como ayudar a disminuir los efectos del cambio climático a largo plazo.