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El live-shopping o compras en vivo es una tendencia que ayuda a mantener o aumentar los ingresos de emprendimientos en épocas de escasa afluencia.
¿Qué es el live-shopping?
En un live–shopping, los consumidores tienen acceso a asistencia personal de un viaje de compras (buyer’s journey) en la tienda, combinado con la comodidad de poder comprar desde el sillón de su hogar: hacen preguntas sobre productos específicos, reciben repuestas inmediatas e informadas del minorista, interactúan entre ellos y con el chat así como comparten experiencias con distintos productos.
Del otro lado para el minorista o vendedor, el live–shopping brinda una oportunidad única de interactuar, conectarse con muchos clientes y concretar ventas, todo a la vez, facilitando la posibilidad de mantener el negocio y/o aumentar ingresos a pesar de tener poca afluencia en sus tiendas físicas.
Como canal de venta, las tiendas físicas tienen un alcance limitado y las tiendas web permite un amplio alcance sin interacciones personales. Con el live–shopping podemos obtener los beneficios de ambos mundos.
- Esta tendencia que sirve como canal de venta y herramienta de marketing inició en China y se extendió rápidamente a la mayor parte de Asia, llegando a Europa y finalmente América y Latinoamérica. Como dato curioso, sólo en China se realizan diariamente alrededor de 50 mil transmisiones en vivo con aproximadamente 260 millones de espectadores.
- Con la contingencia sanitaria y el cierre temporal de las tiendas físicas, este fenómeno se afianzó llegando al punto que las ventas en vivo o live-shopping, se convirtieron en el salvador de muchas marcas que no tenían capital para sobrevivir a los repetidos cierres sin intervenciones drásticas.
Tips para manejar un excelente live-shopping para tu marca
Disuelve la división entre tu tienda física y digital con estos tips para aprovechar al máximo esta herramienta:
- No hay necesidad de hacer espacio presupuestal para invertir en equipos, fondos elegantes, iluminación profesional y micrófonos caros. Esto puede ayudarte a destacar entre la competencia, sin embargo, una de las mejores cosas del live–shopping es que puedes iniciar usando un smartphone.
- Facilita la venta lo mejor posible con un botón con la palabra «COMPRA» con las ligas directas de cada producto en existencia.
- Toma en cuenta el tiempo: La duración de un live-shopping puede ser entre 45 minutos y una hora, esta cantidad de tiempo para evitar agobiar a tu audiencia interesada. La media de permanencia está entre los 9 y 12 minutos para que no te asustes si llegan a salirse de tu transmisión puesto que es normal y hasta esperado.
- Entretén: ya sea que optes por contratar a un influencer, una celebridad pequeña o grande o a un director comercial, lo importante es que la persona que dirija el live-shopping genere interacciones, tenga experiencia en entretener a las audiencias y sea buen animador.
- El sector de cosmética y belleza se promocionan mejor con estas herramientas digitales. Independientemente de esto, elige una gran variedad de productos que se pueden promocionar mejor en este canal para maximizar las ventas.
- Para facilitar este proceso y si está en tus posibilidades, te recomendamos adoptar un software de live–shopping que se pueda integrar con muchos proveedores de tiendas web, pagos y envíos (Shopify, WooCommerce) para tener tu stock de productos sincronizado con el software, registrar todas las compras, manejar la información de pago y envío de todos los clientes, enviar recordatorios antes de nuevas transmisiones en vivo, actuar como carrito de compras (si no cuentas con tienda web), y realizar seguimiento del suministro de existencias.
«Las live-shopping son lo mejor de ambos mundos. Un híbrido entre el e-commerce y la tienda física. Durante mucho tiempo, las tiendas web han ido ganando terreno, lo que significa que muchas personas carecen de la intimidad y las interacciones personales asociadas con la experiencia de compra física. En muchos sentidos, las compras en vivo disuelven la división entre tiendas físicas y digitales.”
Christian Vester, CEO de ELISA